Después de que la linfa ha cumplido con sus funciones vitales, el
exceso de la misma se transforma en ectoplasma durante el ayuno. Por eso
ayunar ayuda a controlar el instinto sexual ya que evita que la linfa
sobrante se convierta en semen. Con los cuatro ayunos mensuales, la
mayoría de la linfa sobrante se canaliza hacia los chakras superiores, lo
cual disminuye en gran parte el instinto sexual. Junto a esta práctica,
debe seguirse además una dieta de alimentos que no produzcan una energía
estática o mutativa, sino totalmente pura; es decir, vegetariana (leer
las páginas sobre alimentación). Por eso se recomienda a los solteros
hacer los cuatro ayunos en el día de luna llena, luna nueva y once días después de cada una
de ellas. Los célibes y los que no tienen pareja, deberían seguir estos
consejos biopsicológicos. Los que tienen dificultad para hacer el ayuno
completo pueden hacerlo a partir de las tres de la tarde hasta el próximo
día por la mañana.