La mejor manera de propagar un ideal sublime es
haciendo trabajo constructivo. Si se condenan o critican los ideales de
otros, puede uno disfrutar la satisfacción de una victoria aparente; pero
la humanidad nunca ha ganado algo que valga la pena con tales prácticas.
De hecho, una mente que critica se ve asociada con aquello que está
criticando.
— Tattva Kaomudii, 18
Cuando uno nota un defecto en sí mismo y no encuentra los medios
de Sha’stra (castigo correctivo), debe uno purificar su mente con el
ayuno.
— Carya’carya’ II
Antes de censurar a alguien por una falta, asegúrate de no tener el mismo
defecto.
— Carya’carya’ II
Son las acciones y no la lógica las que establecen la superioridad de uno.
— Carya’carya’ II
Supera la censura mediante la alabanza, y la oscuridad mediante la luz.
— Carya’carya’II
No trates de asumir superioridad menospreciando a otros, porque la
inferioridad de la otra persona se alojará en tu mente.
— Carya’carya’ II
Ten en mente que tienes un deber, de hecho, una deuda para con toda
criatura de este universo, pero nadie tiene ningún deber para contigo; los
demás nada te deben.
— Carya’carya’ II
Si lastimas los sentimientos internos de alguien que surgen de sus
tendencias innatas, esto es, si infliges un golpe a una persona, entonces
la reacción que se emite por esos sentimientos heridos se conoce como
enojo.
Cuando este enojo crea sus propias vibraciones en la mente, ejerce una
enorme
influencia sobre las células nerviosas en muy corto tiempo, y
causa desarreglo en el proceso de pensar. La inquietud en las células
nerviosas provoca una violenta agitación en las fibras nerviosas, y como
resultado, todo el cuerpo empieza a temblar; aumenta el flujo sanguíneo
hacia algunas partes del cuerpo y se perturba el funcionamiento del
corazón. Hay un tremendo deterioro de la salud. Una persona así es
derrotada fácilmente en cualquier pelea. El enojo conduce a una muerte
prematura.
Esto no es todo. Durante el enojo, se deteriora el poder del pensamiento
propio. Incluso tiempo después de que el enojo ceda, este estado continúa y la
constante cavilación de la mente perturba la sa’dhana’ espiritual de uno.
Así bien, vemos que el vrtti (tendencia) del enojo daña el cuerpo y aturde
la mente, y crea obstáculos para el progreso espiritual. Shiva, el gran
yogui, estaba bien al tanto de esta verdad y así, claramente, aseveró:
Krodha eva maha’n shatruh (El enojo es un gran enemigo).
— Namah Shiva’ya Sha’nta’ya, 117
Este universo está implantado en Satya (veracidad benevolente). Los
animales no dicen mentiras ni contemplan la mentira en su mente. Tampoco
las plantas contemplan la falsedad en su mente. Los humanos niños no dicen
mentiras ni cortejan la falsedad a menos que así se les haya enseñado. Aún
aquellos que llamamos gente subdesarrollada no dicen ni piensan
falsedades. Solamente los así llamados gente educada dicen mentiras
por interés personal o hábito arraigado.
Se puede discernir la edad de una palmera leyendo las marcas en su tronco.
El árbol nunca miente acerca de su edad para obtener ventajas al conseguir
empleo. En las hojas de un árbol banyan las mismas líneas están
permanentemente visibles. Estos árboles nunca modifican esas líneas para
evadir impuestos; los lobos nunca cambian su voz para ganar ventaja
atrapando cabras. Todos ellos son personificaciones de satya; desconocen
la falsedad. La arena y la madera, los ladrillos y las piedras, las
plantas y los animales, y aún la mayor parte de la humanidad están casados
con satya.
Basados en la fuerte cimentación de satya, se yerguen el crecimiento
multidimensional y la expansión de dharma. Dharma no puede permanecer con
aquellos que no siguen satya, o que dan cabida a la falsedad motivada por
intereses personales o hábito arraigado. Una persona que dice mentiras por
interés personal es ciertamente inferior a las aves y los animales,
incluso inferior a las plantas.
Para deshacerse de un mal hábito, se tiene que luchar. Para lograr mejoría
en los hábitos propios, serán necesarios esfuerzos prolongados. Se dice
que en el mundo físico la falsedad es la causa de todos los crímenes
fenomenales. Así pues, por más muestras que se den de amor por dharma, por
más que se esté obsesionado con la parafernalia ritualística, por más que
se visiten lugares de peregrinaje, si no se está unido a satya, dharma
nunca permanecerá con uno. Por lo tanto, la clara observación de Shiva es:
Dharma ah yantar nao satyamasti (Donde no hay satya no hay dharma).
— Namah Shivaya’ya Sha’nta’ya, 124
La mayor parte de la calumnia en el mundo se basa en la falsedad. Algunos
la consienten sin saberlo; otros, porque sus intereses mezquinos se ven
dañados; y otros, bajo la compulsión de him’sa vrtti (la inclinación o
propensión a hacer daño). Con mente serena, debes explicar esto al
calumniador, pero antes de hacerlo, cerciórate de que no haya un ápice de
verdad en lo que él o ella ha dicho. Si hay aún una pequeña falta en ti,
debes mantener la boca cerrada y aceptarlo, y debes agradecer a la persona
por señalar tu falta, y pedir castigo.
— Carya’carya’ II
Aún cuando trates con una persona de naturaleza hostil, debes mantenerte
libre de odio, enojo y vanidad.
— Paincadasha Shiila
Ama a todos, confía en todos, pero no des responsabilidad a aquellos no
establecidos en Yama y Niyama.
— Carya’carya’ II
Ayuda a los débiles y desvalidos de todas las formas posibles.
— Carya’carya’, II
Nunca ataques las creencias religiosas de nadie. Haz que aquella persona
entienda gradualmente, con lógica. Si atacas las creencias religiosas de
un persona, significa que has atacado a A’nanda Ma’rga.
— Carya’carya’ II
Quién no dé un paso para ayudar a una persona que ve en desgracia no
merece ser llamado ser humano; es una mancha en la imagen de A’nanda
Ma’rga.
— Carya’carya’ II
Las bellas artes conducen a los seres humanos a la región más allá de lo
sensorial. Por lo tanto, los sa’dhakas (aspirantes espirituales) no deben
desalentar las bellas artes; más bien, deberán apoyarlas, directa o
indirectamente.
— Carya’carya’ II
Cuatro clases de deudas son impagables: deuda con el padre, deuda con la
madre, deuda con el aca’rya, y deuda con el Gurú (deuda divina).
(a) La única manera de que uno sirva a su padre después de su muerte es
ayudando a todo varón miembro del universo a progresar en el camino del
más alto desarrollo.
(b) La única manera de servir a la madre de uno después de su muerte es
ayudando a toda mujer miembro del universo a progresar en el camino del
más alto desarrollo.
(c) El mejor servicio al aca’rya es trabajar para la comodidad y beneficio
del propio aca’rya y de su familia.
(d) El mejor servicio al Guru del Marga es trabajar de acuerdo a sus
deseos.
Pero no importa cuánto servicio se preste, no se pagarán las cuatro deudas
hasta lograr Moks’a (salvación).
— Carya’carya’ II
Seva (servicio) es de cuatro clases: Sh’udrocita, Vaeshyocita,
Ks’triyocita y Viprocita. Esto es conocido como Nr Yajina.
Servir al enfermo, ejecutar los ritos funerales para un difunto, ayudar al
que sufre y hacer todo trabajo de desarrollo posible a través del trabajo
físico, se conoce como Shudrocita Seva’.
El servicio económico a los seres vivientes y el darles alimento y agua
es Vaeshyocita Seva’.
Socorrer a una persona en peligro (o que esté sufriendo), u obligar a una
persona que se mueve en el camino equivocado a llegar al camino correcto,
por la propia fuerza, la capacidad física y el coraje es Ks’atriyocita Seva’.
Ayudar a la sociedad humana en su desarrollo mental y espiritual aplicando
Para’jina’na (conocimiento intuitivo) es Viprocita Seva’.
Recuerda que el valor de cada servicio es el mismo. Deberá prestarse el
servicio que más se necesite en un momento determinado, sin importar su
tipo.
Un A’nanda Ma’rgii tendrá que ser Vipra, Ks’atriya, Vaesha y Shudra al
mismo tiempo.
— Carya’carya’ II
No juzgues bueno o malo a nadie ni expreses tu opinión precipitadamente.
Incluso un pequeño error en tu decisión o en tu expresión puede producir
daño colectivo a la sociedad.
— Carya’carya’ II
Debes tratar de obtener consejo de todo el mundo, pero acepta solo el
mejor. Aquél cuyo consejo no puedas aceptar no debe sentirse
internamente que es pequeño o insignificante para ti, la sociedad o la
organización.
— Carya’carya’ II
Se puede conquistar un país por la fuerza de las armas, pero no la
mente. Los que han adoptado la Sa’dhana para conquistar la mente
son verdaderos soldados. El propósito de los A’nanda Ma’rgiis es
conquistar la Mente Universal. Para lograr eso, tendrán que adquirir las
cualidades del soldado. Tendrán que mantener vigilancia especialmente
estricta en la unión y el orden. No permitirán que surjan distinciones
entre los A’nanda Ma’rgiis. La unidad deberá mantenerse aún a riesgo de la
propia vida. Bajo ninguna circunstancia permitirán que el interés
individual prevalezca sobre el interés colectivo.
— Carya’carya’ II
La propiedad que alguien te confíe debes conservarla cuidadosamente y
debes esforzarte continuamente por devolverla a su legítimo dueño.
— Carya’carya’ II
Recuerda que con toda persona tienes una relación de amor, no de temor;
aquellos que te aman, ciertamente te darán reconocimiento.
— Carya’carya’ II
Es más importante poner en práctica una lección que escuchar muchas.
En tu vida, deberás poner en práctica toda lección recibida.
— Carya’carya’ II
Los hipócritas son:
a) Los que toleran la mentira
b) Los que son desagradecidos con sus benefactores
c) Los que no mantienen su palabra
d) Los que traicionan
e) Los que calumnian a espaldas de uno
Puedes llegar a una tregua temporal con un hipócrita, pero no lo
perdones hasta que reforme su naturaleza. El perdón inmediato es
una debilidad especial de la mente que da como resultado peor daño para la sociedad.
Los que aprecian distinciones de clase, comunalismo, provincialismo y
casteísmo mientras se permiten hacer propaganda sobre el universalismo son también
hipócritas.
— Carya’carya’ II
Las distinciones basadas en profesión, riqueza y cuna son hechas por el
hombre. De ninguna manera debes consentir estas cosas. Solamente intereses
mezquinos están tras las distinciones de clase.
— Carya’carya’ II
Hombres de negocios:
a) No creen presiones circunstanciales para forzar a alguien a comprar sus
bienes.
b) No vendan productos adulterados.
c) Si les resulta difícil hacer negocio en una línea como resultado de no
vender bienes adulterados, paren completamente la compra y venta en esa
línea y no perdonen a los adulteradores hasta que se reformen.
d) Recuerden: la más grande oportunidad para ustedes reside en Vaeshyocita
Seva’.
e) Asegúrense especialmente que los depósitos de la sección de socorro de Ananda
Ma’rga permanezcan llenos.
— Carya’carya’ II
Empleados de diferentes instituciones:
a) Considérense servidores de la gente común.
b) Por ningún motivo ofrezcan o acepten soborno.
c) Si alguien, por presión de las circunstancias los obliga a ofrecer o
aceptar un soborno, no lo perdonen hasta que su conducta se haya reformado.
d) Si alguien, en consideración al puesto de ustedes les ofrece un regalo,
considérenlo como un soborno.
— Carya’carya’ II
Jefes de familia:
a) Si alguien les ofrece algo en consideración a ustedes y no en
consideración al poder de su puesto, deben aceptarlo y usarlo alegremente,
por más barato que pueda ser.
b) Deben ustedes cooperar plenamente con todas las actividades que favorezcan el
bienestar, gubernamentales o no gubernamentales.
c) No ofrezcan soborno a nadie. Si alguien, por presión de las
circunstancias los obliga a ofrecer un soborno, no lo perdonen
hasta que se reforme.
— Carya’carya’ II
Los pasos de Sha’sti (castigo correctivo) son:
a) Primero, trata de convencer a la persona culpable con palabras suaves.
b) Segundo, adopta una actitud firme.
c) Tercero, háblale del posible castigo por su delito.
d) Cuarto, adopta medidas para el castigo.
— Carya’carya’ II
Prerrequisitos para Sha’sti:
a) Antes de castigar a una persona debes considerar si la amas o no. No
tienes el derecho moral de castigar a quien no amas.
b) El castigo se debe imponer para reformar y no para causar
sufrimiento.
c) La cuantía del castigo no debe exceder la cuantía del amor.
d) Si alguna persona inocente sufre a causa de alguna acción tuya,
entonces, sin considerar si ella es tu superior o tu subordinado, deberás
pedirle sinceramente perdón. Esto realzará solamente tu prestigio.
— Carya’carya’ II
El significado del mantra Samgacchadhvam (Avancemos juntos) debe tenerse
en cuenta en la vida. Siempre permanezcan unidos. Resuelvan todos los
problemas, grandes o pequeños, con unidad. Consideren el infortunio de uno
como el infortunio de todos, la injuria a uno como la injuria a todos.
— Carya’carya’ II
Nadie en A’nanda Ma’rga es sirviente de nadie. Usen términos como
asistente agrícola o asistente familiar de acuerdo con la naturaleza de su
trabajo. Cuiden a sus asistentes como si fueran sus hijos y presten
atención a su desarrollo integral. Establezcan un horario para el Iishvara
Pra’nidha’na (práctica espiritual) de ellos, y ayúdenlos a adquirir
posición social. Nunca sean un obstáculo para su progreso.
— Carya’carya’ II
No permitan que se desperdicie ninguna riqueza del mundo. Tomen medidas especialmente
activas para evitar el desperdicio de alimentos, combustible y agua.
— Carya’carya’ II
La fuerza mutativa es cien mil veces más poderosa que la fuerza estática, y
la fuerza sensitiva sutil es cien mil veces más poderosa que la fuerza mutativa;
por lo tanto, no debes tener miedo de ninguna fuerza del universo.
— Carya’carya’ II
Existen personas moralistas espirituales que declaran: “Yo no hago ningún
mal, soy un moralista, hago bien a los demás y, por lo tanto, seguramente
soy un Sa’dhu (santo)”. A esto yo replico que esas personas no son
Sa’dhus. Solamente se debe llamar Sa’dhu a la persona que vive en
constante conciencia de Dios, porque quien no vive en constante conciencia
de Dios no puede llevar una vida verdaderamente moral. Su moralidad puede
caer en cualquier momento. Uno puede quizás resistirse a tomar un soborno
de 10.000 rupias, pero no podrá resistir la tentación de 1.000.000 de
rupias. Pero una persona que sea devota ardiente del Señor resistirá, no
solo la tentación de un millón de rupias sino que tampoco aceptará ser
emperador del universo. Para el devoto, el valor de todos los logros
mundanos es mucho menor que el de alcanzar a Parama Purus’a. No estará dispuesto
a cambiar nada por Parama Purus’a.
— Nama’mi Krs’n’asundaram, 140
Hay tres clases de personas: Uttama (superior), Madhyama (ordinaria) y
Adhama (inferior). Ahora bien, aquellas que se encuentran en el status
inferior tienen miedo de emprender cualquier cosa, de hacer
cualquier cosa. “¡Oh!, estos trabajadores de tiempo completo, estos Dadas
y Didis; su vida es muy problemática, tienen que sufrir tantos problemas,
tantas aflicciones. ¡Oh!, no me será posible aceptar la vida de monje o
monja. Es muy difícil.” Similarmente, en otras esferas de trabajo, esta
gente inferior tendrá miedo de cualquier reto.
Luego, existe la gente de grado ordinario, Madhyama. Comienza un trabajo
pero no lo termina. Supongamos que un caballero de la ciudad no sabe arar
la tierra. Fascinado, comienza a arar, pero luego lo encuentra muy
dificultoso y deja la tarea, deja el trabajo a medias. Esto es lo que hace
la gente ordinaria. Tampoco es bueno. Pero la gente superior, Uttama, ¿qué
es lo hace? Siente que “cuando he comenzado una labor debo terminarla de
una manera excelente.” El Señor Buda dijo: Samyak Karma’nta, es decir,
cuando has comenzado un trabajo debes terminarlo de una manera excelente.
— A’nanda Vacana’mrtam XIV, 4
Debe haber una selección cuidadosa de las compañías que frecuentas. Eso es
lo que en sánscrito se llama Satsaunga. Sat significa bueno y saunga
significa asociación.
Así que al seleccionar compañía, debes fijarte si sus pláticas,
actividades, planes o programas disminuyen la distancia entre tú y tu
Señor. Esto es Satsaunga, buena compañía. De otra manera es Asatsaunga
(mala compañía). Incluso discusiones intelectuales de alto orden pueden no ser
Satsaunga si no tienen nada que ver con el acortamiento de la distancia
entre tú y tu Señor, entre tú y tu Meta.
— A´nanda Vacana´mrtam XIV, 35
Todas y cada una de las personas, cualquiera que sea su estatus psíquico o
espiritual, todos y cada uno de los seres humanos quieren triunfar en la
vida. Cuando la acción original es buena, la reacción es también buena, y
esa reacción es el éxito. Para una persona espiritual, para un aspirante
espiritual, para un alma buena que presta servicio a la sociedad, el
servicio en sí mismo es el premio. No quiere otro premio,
ningún otro éxito.
Supón que un hombre está muriendo. Tú lo cuidas y lo curas y finalmente
sana. La curación es el premio. No necesitas ningún otro premio.
— A’nanda Vacana’mrtam XIV, 5
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