Editorial Ananda Marga: tantra yoga, filosofía espiritual  

Tantra y Sádhaná

por Shrii Shrii Anandamurti
 
     
 
 
 

El culto práctico de la espiritualidad

    Permanecer satisfecho con poco es contrario a la naturaleza humana. Por eso desde los albores de la creación los seres humanos han estado adorando a la Entidad Suprema. La gente anhelaba el conocimiento supremo, la realización espiritual directa e indirecta. Esta aspiración humano fundamental por la expansión suprema condujo a las personas a descubrir el culto práctico de la espiritualidad. Tantra creó en la mente humana el sentido inquisitivo, el espíritu de la dedicación y la sed de conocimiento. Debido a estas nobles cualidades los seres humanos se han convertido en lo que son hoy.

    Las revelaciones divinas experimentadas por los sabios de la antigua época védica a través de sus visiones meditativas han sido compiladas en los Vedas. Por eso los Vedas en alguna medida han satisfecho la sed humana del conocimiento intelectual. Pero no han calmado la sed del conocimiento supremo, la sed fundamental de la vida humana. Esta sed sólo puede apagarse a través de la realización inspiradora de la práctica espiritual (sádhaná).

    No hay evidencia fiable que sugiera que en el período védico el conocimiento espiritual se transmitiera de preceptor a discípulo. Hasta lo que conocemos de la historia sobre la sádhaná espiritual, el señor Shiva fue el primero en propagarla y le dio a este culto espiritual el nombre de Tantra. El Tantra es el secreto que está detrás del progreso espiritual.

    La definición de las escrituras sobre el Tantra es Tam' jád´ya't ta'rayet yastu sah tantra parikiirttitah ("Tantra es lo que libera a una persona de la esclavitud de lo estático'). Tam' es la raíz acústica de lo estático.

    Tantra tiene otro significado también. La raíz sánscrita del verbo tan significa "expandir". Así que el proceso práctico que conduce a la expansión y la emancipación es llamado consecuentemente Tantra. Por ello sádhaná y Tantra son inseparables.

    Estrictamente hablando, el conocimiento teórico no puede llamarse Tantra. El Tantra es una ciencia práctica. Por consiguiente en el Tantra la importancia del conocimiento de los libros es secundaria. El proceso práctico del Tantra comienza con lo físico y progresa hacia lo psicofísico, después a lo psico-espiritual y finalmente alcanza [la suprema posición espiritual], se sitúa en el átmá [ser]. Este proceso científico lo diferencia de muchas otras escuelas.

    Como el aspecto práctico es el factor más importante en el Tantra, el énfasis más grande se sitúa en la relación del preceptor y el discípulo. El discípulo debe hacer práctica espiritual intensiva para hacerse merecedor de las instrucciones del preceptor en cada fase del desarrollo.

    Y fue por esta razón que Sadáshiva nunca quiso que las enseñanzas Tántricas fueran escritas. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, y debido a la falta de preceptores y discípulos competentes, el Tantra estuvo a punto de perderse para la sociedad. Por eso se convirtió en una necesidad imperativa darle a las enseñanzas la forma de un libro para salvarlas de la extinción total. Actualmente existen sesenta y cuatro textos Tántricos.